EL HOMBRE DEL SIGLO XXI

EL HOMBRE DEL SIGLO XXI
(Entiéndase únicamente al hombre como sexo masculino)

Y si, digo bien cuando me refiero solo al sexo masculino, ya que con este título bien podíamos abarcar a la especie humana por completo y nada de eso. Esto es mucho más simple, claro está dentro de la compleja diferencia entre hombres y mujeres.

Hace tan solo una generación las relaciones entre ambos sexos eran bien distintas a las de hoy día, posiblemente peores que las de ahora, eso a nivel social es un avance positivo, pero peores que las de ahora ¿para quién?, porque aquí está muy claro quien se ha llevado el gato al agua. Diferenciando géneros el masculino siempre ha sido el fuerte, el que miraba por el bienestar de la casa y los que vivían en ella, se destacaba por un aspecto varonil nunca afeminado, de pelo en pecho, de grave voz y que por norma general estaba dotado de un carácter que amedrentaba cualquier intención de saltarse las normas de alguno de sus súbditos. Otra reseña significativa era su denominación, a día de hoy el hombre de la casa ó el que lleva los pantalones, cosa que hace unos años si era representativa pero ahora la moda en el vestir ha cambiado y ya los hombres hemos comenzado a llevar faldas. Pero la denominación auténtica era la de “Cabeza de familia”; ahí estaban definidos los tres poderes fundamentales de una casa en aquella época:
-Poder legislativo, decía que estaba bien y que mal.
-Poder religioso, el que dirán los vecinos estaba por encima de todo.
-Poder ejecutivo, nadie movía un dedo sin su consentimiento.

Existen muchas anécdotas para cualquiera de mi edad sobre estos tres poderes, y si no acordaos:
“Nadie comenzaba a comer hasta que el cabeza de familia no lo hacía, es más la mesa debía estar puesta siempre para cuando este llegase del trabajo”.
“Cuando socialmente te saltabas una norma era tu padre quien te reprendía, además lo solía hacer en público, para que todos viesen quien mandaba, ejemplo del que dirán los vecinos”.
Bueno y tantas otras cosas cotidianas que nos rodeaban que estaban dominadas siempre por el “Patriarca de la casa”.

Con los hijos ya hemos visto que había diferencias notables, pero realmente donde se ha producido un cambio radical es en la relación con el sexo opuesto, o sea se, el femenino.
Después de pasar miles de años cultivando nuestra masculinidad, vienen ellas y en no menos de una generación lo han hecho todo añicos.
Ya no somos los que tomamos las decisiones.
Pasamos la mayor parte del día con el miedo en el cuerpo con tal de no incomodarla.
Realizamos todas esas funciones que a posteriori siempre las realizaban ellas, y tontos de nosotros que esperamos una caricia en el lomo por lo bien que lo hemos hecho, y nos encontramos con un guantazo en los morros por da igual que cosa, la cuestión es que ellas rara vez nos reconocen las cosas buenas.

En fin que la realidad me dice que a los tontos de los hombres nos han vencido por un simple polvote, y que en cuestión de hormonas ellas han evolucionado mejor,…..hemos perdido la batalla.

………y pensareis, y todo esto a causa de que lo cuento,……pues bien fácil…
……la semana pasada estuve de vacaciones con la familia y mi objetivo principal para que todo saliese bien era tener una aptitud positiva, así que eso hice. Todo fue perfecto lo que pasa es que en algún momento me vi actuando y recordé como lo hubiesen hecho nuestros padres, así que decidí contarlo…….”a todo esto me reitero, las vacaciones estupendas, que conste”.

Y para finalizar solo hacer una pequeña reflexión sobre lo anterior, nada para que veáis que asumo las consecuencias de lo que opino, así que una cosa si que digo………

“NI COMO ANTES, NI COMO AHORA, UNA COSA MÁS LLEVADERA QUE SABEMOS QUE ESTA BATALLA YA ESTÁ PERDIDA”

Fdo. Cualquier hombre, aunque yo sea el que lo dice.

Comentarios